Por José Luis de la Calva
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que en Colombia hay un plan para matarlo con la anuencia del gobierno de Juan Manuel Santos.
«Tengo ‘pruebas’ que -voy a mostrar- de cómo desde Bogotá se está haciendo una campaña para matarme», dijo Maduro en una alocución desde Vietnam, donde se encuentra de visita oficial.
La denuncia llega en momento de tensión entre los dos países después de que Maduro decretó el cierre de la frontera e impulsara una ola de deportaciones de colombianos en Venezuela.
Bogotá dice que las autoridades venezolanas violaron el debido proceso y los derechos humanos de los colombianos.
Sumando los que han preferido salir con sus pertenencias a cuestas ante el temor de ser deportados, según Migración colombiana, el total es de 8.300 personas.
Maduro dijo que Santos «se está dejando llevar por sus asesores, está perdiendo la sensatez».
El asesor político venezolano JJ Rendón, investigado por la justicia en Venezuela por financiamiento de terroristas, está detrás del supuesto magnicidio, según Maduro.
En dos años y medio de mandato, Maduro ha denunciado planes para matarlo en varias oportunidades, aunque nunca se han traducido en una investigación judicial o penal ni se han presentado pruebas concretas.
Sectores de oposición venezolanos dicen que –con el cierre fronterizo, las deportaciones y el lenguaje belicista– Maduro busca desviar la atención de la crisis económica y de inseguridad que vive el país de cara a las elecciones parlamentarias de diciembre.
Maduro justificó las medidas con que la supuesta migración de paramilitares colombianos controlan el negocio del contrabando en la frontera y eso ha generado la escasez, la violencia y la crisis general que se viven en el país.
Santos llamó a consultas a su embajador en Venezuela, pero ha descartado el rompimiento de relaciones con un país que es mediador en el proceso de paz con la guerrilla.